Publicado el

¿Qué tipos de letras son mejores para estudiar?

A la hora de estudiar, especialmente cuando el contenido es muy extenso, hay muchas decisiones que pueden influir en lo efectivo que es el tiempo que dedicamos.

Además del entorno en el que estudiamos, las técnicas de estudio o el tipo de soporte, una de las cuestiones que puede pasar desapercibida es la tipografía.

¿Sabías que el tipo de letra influye de manera significativa en la legibilidad, la retención de la información y, por tanto, en la eficacia del aprendizaje?

Si quieres mejorar tus hábitos de estudio y tener en cuenta todos los factores para crear unos hábitos de estudio efectivos y eficientes, sacándole el máximo partido a las horas de dedicación, te contamos cuál es la mejor letra para estudiar de acuerdo con distintas características.

El mejor soporte para un estudio efectivo

¿Es mejor estudiar en pantalla o en papel? ¿Escribir o imprimir apuntes online? Sabemos mucho sobre los hábitos de estudio, como que nuestra concentración y capacidad de retención de contenidos es menor cuando lo hacemos en pantalla.

Indudablemente, prestamos más atención a lo que leemos cuando lo hacemos en papel, por lo que este es el soporte preferido para el aprendizaje. 

En cuanto a si es mejor escribir a mano o en ordenador: lo ideal es hacer las lecturas iniciales sobre papel con texto escrito a ordenador con la tipología adecuada y, una vez te hayas familiarizado con el contenido, puedes llevar a cabo las técnicas de estudio que mejor te funcionen, como el subrayado, el resumen o la elaboración de esquemas a mano.

Características de la mejor tipografía para estudiar

Serif vs. Sans Serif

El serif o serifa son los remates que llevan algunas letras en tipos concretos de tipografía.

En algunas tipografías básicas populares, como la Times New Roman, Georgia o Courier, tipo máquina de escribir, son fuentes con serif.

¿Para qué sirve el serif? Aunque hay algunas que lo emplean con fines decorativos, la idea es que el serif facilite la lectura marcando de una manera sutil las líneas y guiando la vista durante la lectura. 

Sin embargo, algunos estudios consideran que este tipo de letra no es siempre la más legible, sino que las tipografías sans serif o sin serifa resultan más cómodas de leer en pantalla

Por tanto, si vas a imprimir tus apuntes, lo más indicado es que escojas un tipo de letra que tenga serif, algo que tu vista agradecerá.

Tamaño y espaciado

El tamaño y el espaciado de las letras también son factores importantes a considerar al elegir un tipo de letra para estudiar. 

Las letras demasiado pequeñas o demasiado juntas pueden dificultar la lectura y provocar fatiga visual, mientras que las letras más grandes y espaciadas pueden mejorar la legibilidad y facilitar la absorción de la información. 

Puedes hacer varias pruebas y ver con qué tamaño y espaciado estás más a gusto. Por lo general, el tipo de letra de un tamaño de entre 10 y 12 puntos es ideal, y en el espaciado puedes trabajar entre 1 punto y 1,5 puntos, si bien a mayor tamaño y espaciado, más hojas ocupan tus apuntes.

Es recomendable optar por un tamaño de letra que sea cómodo para la lectura y que permita una fácil comprensión del texto.

Claridad y sencillez

Las fuentes claras y simples son preferibles para el estudio, ya que facilitan la lectura y la comprensión del texto sin distracciones. 

Las letras con ornamentos o más elaboradas pueden distraer la atención del contenido y dificultar la concentración en la información importante.

Por ello, opta por fuentes que sean limpias, claras y fáciles de leer, sin demasiados adornos ni elementos decorativos que puedan dificultar la comprensión del texto. Las tipografías más habituales en los editores de texto suelen ser una buena elección.

Coherencia y uniformidad

La coherencia y uniformidad en el tipo de letra son importantes para mantener la legibilidad en todo el texto. 

Evita mezclar diferentes tipos de letra en un mismo documento, ya que esto puede causar confusión y dificultar la lectura

En su lugar, elige una sola fuente y úsala en todo el documento para garantizar una experiencia de lectura fluida y coherente o, como mucho, diferencia los títulos, subtítulos y cabeceras del cuerpo del texto variando tamaños o con negritas, pero sin estridencias que entorpezcan el estudio.

Con todos estos consejos, seguro que encuentras qué tipos de letras son mejores para estudiar y cuáles te funcionan mejor en tu caso concreto. Busca la simplicidad y facilitar la lectura para que cada minuto que le dediques al estudio sea lo más productivo posible.